Esto es lo, que parafraseando al rey, habría que decirle a la reina. Vamos que, comiendo de donde come, ponerse a hablar en un libro de la urbano (guardame la cría) de cosas que no debe hablar. A la reina se le ha puesto la lengua floja y se atreve a criticar leyes aprobadas por el parlamento español… ¿pero quien se habrá creído que es esta señora?
Por supuesto que ella tiene derecho a pensar lo que piensa (es más no nos ha producido ninguna sorpresa el saber que piensa así…), pero de ahí a decirlo en público. Creo que va en su sueldo el tener prudencia y total respeto a las leyes emanadas del parlamento, que es quien aprueba la partida para la casa real (de donde come) en los presupuestos generales del estado.
Para decir lo que dice, mejor callada. Si quieres leer un extracto de las declaraciones de la reina, pincha aquí.